Camps: "¿Para qué tener unos medios públicos si hacen casi lo mismo que los privados?"

Lunes, 21 de julio del 2008


Como Clara Campoamor en su época, Victoria Camps (Barcelona, 1941) es uno de los principales baluartes en la denuncia de la exclusión de la mujer en la vida política. Profesora y catedrática de Ética en la Universidad Autónoma de Barcelona, también fue senadora socialista por Cataluña entre 1993 y 1996 y presidió la Comisión de estudio de contenidos televisivos en el Senado. Camps acudió a la clausura del curso Voces de la ironía, dirigido por Javier Muguerza y Yolanda Ruano.

¿Por qué considera que lo público está relacionado con lo privado?
Porque el espacio público suele entenderse como el espacio en el que actúan los políticos. Ya no es así, pero hay tanta complicidad entre los medios y la vida política que difícilmente el espacio público es el lugar donde se expresa la sociedad civil, porque parece que hay que pasar por la política para estar ahí.
En los medios públicos, ¿Se tratan asuntos sin interés?
No, yo creo que el defecto que tienen los medios públicos es que compiten demasiado con los privados y, por tanto, su función siempre está en cuestión, es decir ¿Para que tener unos medios públicos si prácticamente hacen lo mismo que los privados?
¿Cree que el sistema de los consejos audiovisuales puede implantarse en toda España?
Debería, porque ahora solo hay Consejo en Cataluña, Navarra y Andalucía y eso crea un agravio comparativo, porque las televisiones de estas comunidades están más controladas que el resto del país Los medios deben ir hacia una voluntad de autorregulación y necesitan un consejo que les ayude a establecer criterios e interpretar la legislación.
¿Qué se puede hacer para acabar con la banalización de la programación televisiva?
Lo veo muy difícil mientras que la programación tenga que ser tan competitiva, porque se corren pocos riesgos, se hace aquello que trae más audiencia inmediata y se banaliza todo. Por eso hay que defender unos medios públicos que no dependan tanto de la publicidad y, por tanto, no tengan que competir y que hagan lo que piensen que una televisión pública debería hacer.
¿Qué le parece la idea de quitar la publicidad en la televisión pública?
Creo que hay competencia desleal, pero mantener una televisión pública con dinero sólo público es muy caro. Yo siempre he sido partidaria del canon; es decir, del impuesto directo para pagar la televisión, pero aquí no lo tenemos y ya es difícil implantarlo. La televisión pública debería disminuir mucho su carga publicitaria y tener bastante menos.
¿Cuál es su diagnóstico de los medios de comunicación actualmente?
Se ha hecho un esfuerzo por mejorar y diferenciar un poco lo público de lo privado, pero, por otro lado, tenemos demasiados medios de comunicación tanto públicos como privados y yo creo que eso es excesivo. Ahora con Internet existe otra guía de entretenimiento que puede hacer que la televisión tenga que restringir un poco más y competir de otra manera.
¿Contribuyen los medios a la participación ciudadana?
Creo que no, al menos los más tradicionales, como la televisión. Los nuevos sí que pueden aumentar la participación; es decir, lo que se ha llamado la blogosfera, donde todo el mundo grita y nadie escucha ni entiende nada. Quizá sea una participación que no nos convenga mucho.
¿Cómo se puede comprometer un ciudadano para mejorarlos?
Puede hacer algunas cosas, sobre todo debería quejarse más, porque en el Consejo casi no hemos recibido quejas. La presión que puede hacer una ciudadanía organizada a veces funciona, pero no se puede hacer mucho más.
¿Falta ética en los medios de comunicación?
Ética falta en todas partes y ha faltado siempre. También falta responsabilidad, porque es muy difícil limitar la libertad de expresión y, por eso, es importante que los profesionales sean conscientes de que su influencia sirve para socializar y deberían limitar algunas cosas.
Desde la primera mujer periodista –Carmen de Burgos- hasta la actual como, por ejemplo, Rosa Villacastín ¿Cómo ha evolucionado la mujer en España?
Ha sido positiva, porque ahora está mucho más presente, aunque debe estarlo más, sobre todo en el periodismo, donde la mujer está muy presente en los niveles más bajos pero todavía no ha llegado a los altos puestos directivos. La evolución aún no ha tocado techo. La paridad debería producirse de forma espontánea y no se produce.
¿Es usted feminista?
Sí. La mayoría de las mujeres y gran parte de los hombres – aunque sea por vergüenza - tienen que decir que son feministas en el sentido de defender los derechos de la mujer y su presencia en todas. Esto lo tenemos que defender todos.
¿Qué papel juegan las mujeres en el periodismo actual?
En ámbitos como la política ha habido pasos importantes que han dado más presencia a la mujer. El Consejo Audiovisual hizo hace poco un estudio sobre la mujer que manda en Televisión y Radio y no llegaba al 20%
¿Cuáles son los obstáculos para una igualdad eficiente?
El mayor obstáculo es el de conciliar la vida laboral con la familiar, por dos razones: porque el tipo de organización laboral y no laboral que tenemos ha sido pensado por hombres; y otra porque el reparto del trabajo doméstico aún no se ha conseguido. Estas dos razones hacen que la mujer todavía tenga una carga doble que la disuade de hacer muchas cosas.
¿La ley de igualdad es eficiente?
Habrá que verlo. Hay muchas cosas que no se resuelven con leyes. Pueden hacer ver cosas que hay que cambiar, pero, finalmente, estas cosas dependen de la voluntad de las personas más que de las leyes, porque éstas se pueden convertir en una serie de prescripciones muy ideadas que luego no se desarrollan.
¿Cree que el lenguaje español es discriminatorio para la mujer?
Todo el lenguaje es y no sexista. Yo entiendo que la palabra hombre incluye a las mujeres, al igual que ocurre con ciudadanos. No se puede decir que es sexista porque el masculino es el que se usa para englobar a los dos género. Sin embargo, eso ha contribuido a dar más visibilidad al otro género y hubo que defender los derechos de las mujeres para incluirlas.
¿Cómo influye la filosofía hoy en día?
Depende de las personas. La filosofía te enseña a pensar y a analizar conceptos. Ese hábito que se adquiere cuando se ha trabajado mucho la filosofía ayuda a tomarse la vida con filosofía. En la vida pública sí que podría ayudar en introducir más ese ingrediente de reflexión que, actualmente, no existe.

2 comentarios:

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Yo creo que no se trata de ser feminista o de no serlo, se trata de no ver diferencias entre hombres y mujeres... Pienso que nuestra generación ya tiene inculcada esa igualda, al menos la generación que ha recibido una educación más o menos media. Ahopra solo falta que los de nuestra generación vayan creciendo y desplazando a las viejas generaciones machistas.

Álvaro Dorian Gray dijo...

Pues si que anda bien, pues gracias a esta "blogosfera" he podido leerla y saber lo que piensa... Tan malo no será.
saludos y salud